• Indican especialistas que abordar psicosexualidad desde la prevención favorecerá el desarrollo del ciclo vital de los y las adolescentes.
• Recomiendan a los padres de familia escuchar los problemas, esclarecer las dudas e inquietudes de los jóvenes sin prejuicios ni intentos de persuasión.
Toluca, Estado de México, 4 de septiembre de 2022. El cuidado de la salud psicosexual en la adolescencia es un rubro que debe ser tratado de manera participativa y compartida, incluyendo la atención de padres, cuidadores primarios y docentes.
De acuerdo con Brenda Rodríguez Aguilar, Coordinadora de la Clínica de Atención al Estrés Postraumático Toluca, del Instituto de Seguridad Social de Estado de México y Municipios (ISSEMyM), ésta es una fase elemental en la existencia del individuo, en la que se construyen patrones culturales, ideológicos, éticos, de comportamiento, e incluso hasta estéticos, donde la imagen corporal representa un factor determinante en la aceptación y la autoestima de los jóvenes.
Por tal motivo, este tema es de trascendencia para psicoanalistas, psicoterapeutas y psiquiatras ya que, abordarlo desde la prevención, favorecerá el desarrollo del ciclo vital de las y los adolescentes, tal y como se maneja en las terapias y grupos de apoyo a adolescentes que se brindan en esta Clínica, indicó Rodríguez Aguilar.
“En una primera instancia recomendamos a los padres de familia escuchar los problemas, esclarecer las dudas e inquietudes de los jóvenes sin prejuicios ni intentos de persuasión con empatía y apertura. Acercándoles información directa, sustentada y precisa que propicie el sano desarrollo sexual y evitar que ellos busquen orientación por su cuenta”, detalló.
Añadió que en esta etapa los adolescentes se encuentran en el proceso para la formación de su identidad.
“En este periodo configuran la estructura de su personalidad, orientación sexual, roles de género aprendidos, relación entre pares, autoimagen y autoestima, por lo que debemos promover el valor y el respeto a su dignidad e identidad.
“Son sujetos activos, creativos, entusiastas, agentes de cambio, en plenitud que debemos respaldar, no enjuiciar, criticar ni estigmatizar, reafirmando en este caso la afectividad hacia su intimidad, ya que esta comprende connotaciones fisiológicas y afectivas.
“Nosotros como adultos tenemos que reconocer el valor central que tiene la sexualidad como necesidad primaria y legítima de la expresión humana y encaminarlos para que sean responsables al ejercerla”, finalizó.